Edra Blancoluz (IGP Ribera del Gallego - Cinco Villas): el Viognier de Alejandro Ascaso que tutea a Condrieu

Este vino es un Viognier del 100%, cuyas uvas se cosecharon a mano en septiembre en un viñedo situado a 500 metros de altitud en Ayerbe. Cabe destacar que un 10% de la fermentación maloláctica se llevó a cabo en barrica, lo que le confiere una mayor complejidad y profundidad. Este vino me fue recomendado en uno de los pequeños establecimientos más tradicionales de Huesca, y a pesar de pertenecer a la categoría "Vinos de la Tierra", no considero que esto suponga una desventaja. Al contrario, se trata de un vino que representa fielmente el terruño y la identidad de la región, y que además destaca por su calidad y personalidad.



Nota de cata 2012: Presenta un color vivo amarillo limón, que presagia su frescura y vivacidad. Al olfatearlo, se perciben inicialmente notas herbáceas y florales, que se intensifican al airear el vino y dan paso a aromas de frutas cítricas, rosas, melocotón y membrillo. En la degustación, su entrada es frutal y etílica, con reminiscencias de miel y azahar, y un desarrollo dulce y equilibrado gracias a la tensión. No obstante, se percibe una ligera nota amarga que proporciona cierta complejidad a este Viognier de paso medio, haciéndolo aún más interesante y apreciable.


Este vino constituye una alternativa seria a otros blancos aromáticos españoles de gran prestigio, como la moscatel o los verdejos de renombre. La variedad de uva utilizada me ha conquistado por su redondez, aromas florales y capacidad de seducción. Se trata de otra grata sorpresa de esta denominación de origen, que demuestra que no tiene nada que envidiar a otras denominaciones de origen más conocidas. De hecho, este vino es un ejemplo de la calidad y diversidad de los vinos españoles, y una prueba de que no es necesario pertenecer a una denominación de origen famosa para ofrecer un producto de excepcional calidad y personalidad.

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