¿Quién
dijo que los tintos de Calatayud sólo ofrecen potencia y
concentración? Para nada, la Garnacha Tinta bilbilitana brinda
versatilidad y opciones gastronómicas para todos los gustos. Como
muestra la salida de la Cooperativa San Gregorio de Cervera de la
Cañada (Zaragoza): una Garnacha a caballo entre dos río
(Manubles y Biota), 720 metros de altitud y 25 años de edad ¿Qué
podría salir mal?
Nota de Cata 2018: Visualmente comparte cualidades con añadas anteriores tanto en opacidad como en capilaridad. También hay una aromática interesante donde predominan frutos rojos de arbusto, sobre todo la fambuesa, sobre un fondo láctico. En boca entrada redonda y de buen frecor propio de añada joven. Desarrollo goloso y con media-corta estructura pero cierta densidad. Aromas de boca marcados para la frambuesa, también fresa silvestre y caramelo nata-fresa. Final donde vuelve la fruta silvestre junto a un toque especiado.
Nota de Cata 2015: Capa muy cubierta y disco joven. Pequeñas burbujas al
verter y buena capilaridad. Una primera nariz de media intensidad
para la fruta de baya, segunda nariz donde se concreta el cassis y la
frambuesa. Entrada en boca golosa y afrutada, de una fruta fresca
propia de viñedo de altura, desarrollo con un gran equilibrio
entre el frescor y la calidez final (15 % vol.). Post-gusto especiado
e incluso mineral como rúbrica.
Nada
podría salir mal, todo es positivo en este monovarietal, sobre todo
su precio de 3'39 euros. Una muy muy buena opción para el día
a día y para un chateo con amig@s. Un Calatayud que rompe con el
concepto clásico de explosividad garnachera enfocada a empujar
un cuarto de ternasco. Tres ojos necesitará Ud. para verlo en
medianas y grandes superficies comerciales, ¿tal vez para no
codearse en el mismo lineal con los tintorros más básicos?
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