Bodegas
Altún
se situa en las afueras de Mañueta, a 9oo metros del Ebro, en su
márgen izquierda es decir en tierras
alavesas.
El proyecto de la familia Martínez que nace en el '94 se encuentra
actualmente en manos de su segunda generación, la cual da nombre a
esta cuvée.
Del esfuerzo de Alberto e Iker nace 'Albiker' un Tempranillo
– Viura
seleccionado de diferentes parcelas de Baños, San Vicente, Elciego y
Laguardia manualmente.
Nota de Cata: Buena
pigmentación matizada por un disco fucsia signo de juventud y añada.
Una cama fina de burbujas y una lágrima gruesa y lenta como detalle.
En nariz sale a priori la fruta de arbusto en su punto de madurez.
Con la evolución se concreta la mora salvaje, baya en licor sobre un
fondo de sotobosque florido. Entrada potente y ligeramente gaseosa,
desarrollo
alcohólico con protagonismo para la fruta de arbusto, la fruta en
yogur,
en ese yogur espeso que se vendía en botellitas de plástico tan
gustoso. Final ardiente que ya se dejaba intuír con el glicerol de
la lágrima y que no tiene nada que ver con otos tintos ligeros como
podrían ser los orensanos.
Alberto
está vendimiando con los rumanos en la viña, Iker les espera en
bodega con el despalillador y la jirafa preparada. Uno echa cajas y
cajas de uva, y el otro controla encima de la cuva que no se salga la
uva y cambiar a otro depósito. El mayor trasiega el mosto y el
pequeño prepara las levaduras para no jugarse la fermentación. Iker
limpia los fangos gruesos y Alberto manda las muestras al laboratorio
de Haro para ver como está de pH y de volátil. Y así todo, en
espíritu absolutamente familiar, fraternal y noble. Así es la vida
en la bodega. El trabajo
duro y el sacrificio
son la clave para obtener un vino con personalidad y carácter que
puede ser suyo por 5'7o
euros
sólamente. Más que un vino una oda al trabajo
de bodega y a la pasión.
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