No
le va mal a la Denominación de Origen Rueda respecto a los datos del
2019. Parece ser que se están batiendo récords pues el
creciemiento de un 17% respecto al 2018 es motivo de brindis y
regocijo. El número de contraetiquetas entregadas por el Consejo
Regulador ha disparado el optimismo en el mismo, haciendo de esta
Denominación de Origen una de las preferidas en vino blanco por los
españoles.
Nota
de Cata:
Color amarillo pajizo como los campos de trigo vallisoletanos. Sus
reflejos verdosos confirman una juventud innegable de este palomo.
Una nariz intensa que acapara todo el buffer de los cítricos: lima,
salvia, naranja inmadura...
En boca entrada seca, desarrollo tenso pero sedoso y ligero (12'5%
vol). Final largo y aroma de boca para la fruta de gajo y al subir la
temperatura, recuerdos de fruta blanca de hueso.
Un
vino para el verano, desenfadado y con una relación calidad-precio
de unos 6 / 7 euros. A consumir durante el año, más pronto
que tarde, sirivéndolo a una temperatura de 10'8º
C. Como maridaje muchas son las opciones: yo me decantaría con mucho
gusto por una ensalada tibia de lentejas con huevo escalfado.
Como segundo maridaje una ensalada de mozzarella (opcional de búfala)
y aceitunas. Como tercer maridaje una buena ex-novia y ganas de
festejar el éxito de Rueda.
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