Merayo Mencía 2018 (DO Bierzo): Don Pedro marcó el camino hacia el respeto por la fruta

Bodegas y Viñedos Merayo se sitúa al norte de Ponferrada, en la aldea de Bárcena del Bierzo, entre el embalse homónimo y al arroyo de la Reguera de Nayara. Una bodega y un viñedo totalmente familiar fruto del esfuerzo de un hombre: Pedro Merayo. Pedro conoció una a una todas sus viñas, plantadas en suelos arcillosos recubiertos de cantos rodados, y supo que para conseguir un gran vino no hacen falta los maderazos que tanto gustan en Castilla. En León se trabaja de otra forma, se escucha la tierra, se respeta al tiempo y se siente la naturaleza, una naturaleza generosa y sabia. El resultado es pura fruta, pura Mencía que nos transporta a los bosques bierzanos, a esos arbustos trufados de frambuesas y a esos arroyos que reverdecen el entorno.


Nota de Cata: Capa alta, fruto de una buena extracción y un menisco que anuncia que aquí se viene chispa y nervio. Nariz ya a priori sello de la variedad Mencía: ese tan característico canasto lleno de frutos del bosque recién recogidos. Notas de barro y de arcilla en segundo plano que transportan a los campos de Bárcena tras la lluvia de mayo. Entrada de cierta redondez. Desarrollo que es un torbellino de fruta roja en su arbusto: frambuesa, cassis, fresilla o rapsberry. Amplio y carnoso sin llegar a ser ni pesado ni super-estructurado. Jugoso. Una acidez muy buscada y que hará las delicias del cliente que busca nervio y tensión. Final largo, que une un punto de especias con una calidez muy bien integrada que apenas se percibe para mayor beneficio de este vinazo.



Buscaba un tinto afilado y lo he encontrado en esta infusión de fruta sin maderazos ni mandangas. Pureza. Y a un precio de sólo 6 euros quedándose en una de las mejores relaciones calidad-precio que he aprovechado este año. A disfrutarlo ya gracias a su tanino dulce y sedoso, a esa madurez de sensaciones pero siendo en realidad un chavalín. A disfrutarlo a 12'8º C para poner en relieve esa viveza junto a una serie de maridajes que les propongo a continuación: Carrillera ibérica gratinada con queso Emmental, sino un Codillo asado en su jugo con miel de romero y su guarnición o, sino simplemente un surtido a la brasa de chorizo, longaniza y solomillo ibérico. Con dos c*****s.



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