Món Perdut blanc (DO Empordà): el plaer de perdre's al terroir gironin amb aquest Chardonnay - Macabeu

La D.O. Empordà – Costa Brava es la única que recibe la influencia pirenaica y mediterránea más directamente de todo el país. Su viñedo además es de los pocos que fundaron los griegos, lo que lo hace una de las zonas vitícolas más viejas de España. Su singularidad geográfica hace encontrar suelos diversos según si hablamos de las faldas del Pirineo o del Cabo de Creus: el punto más oriental de la Península Ibérica. Todo ello, sin meternos en clima o variedades ya atrae para elegir un buen blanco de Girona.


Nota de Cata 2020: Un Chardonnay – Macabeo de color amarillo limón sin defectos. En nariz saludan con intensidad las notas minerales que se hacen seguir de cerca por aromas herbales, florales (azahar manda) y cítricos. Entrada en boca con una ligera redondez. Un desarrollo afrutado, floral y con un buen frescor. Muy agradable textura y se bebe sólo. Un final de buena persistencia pero que desgraciadamente se va de SO2. Retrogusto floral que despide un blanco con buena relación calidad-precio por cortesía del Celler Oliveda en Capmany.


Un blanco con una historia detrás: volvía este winefluencer de un viaje en el extranjero y regresaba a la Península entrando por el aeropuerto de El Prat. Una vez en Barcelona había que traerse un recuerdo, y ese recuerdo es este vino que encontramos en un badulaque de pakis cercano a la estación de Sants por un precio que rozaba los 5 euros. Las tapas barcelonesas son compatibles como maridaje a este vino: pruebe las croquetas del bar Pica i Beu de Sants, muy familiar y de barrio.

 

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