Alquézar rosado Aguja (DO Somontano): el vino elegido para poner a Bodegas Pirineos donde merece

Es poco habitual encontrar vino rosado con aguja, con ese chispeo que aporta un algo más. El de hoy viene de bodegas Pirineos, situada en Barbastro. Esta bodega se ha movido bien sobre todo en Zaragoza donde mi amigo Manu Zorita coloca el cariñosamente conocido como 'Motosierra', es decir el tempranillo - merlot presente en todas las tascas de vinos. Y si digo en el 9o% me quedo corto.
 
Nota de Cata 2020: Color rojo cobrizo de más extracción que añadas anteriores. En nariz notas frutales donde puede destacar la fresa. En boca se muestra más seco y menos petillante que en añadas anteriores. Aún ese un puntito de dulzor que marca el desarrollo. Un final que se va de sulfuroso en un vino que desde que obtuvo fama se ha desvirtudado de manera salvaje y  no precisamente a mejor.

Nota de Cata 2018: Color rojo cereza intenso con destellos rubí y matices violáceos que confirman esta brillante añada. Una nariz que evoca la fruta cítrica y de prado fresco. Con la evolución se acopla la piruleta o la naranja. Entrada dulce y perlante que hace honor a su aguja. Desarrollo muy amable con todavía esa sensación gaseosa bien acompañada de la chuchería o la fresa madura. Final todavía semi-seco y cuyo CO2 alarga.



Nota de Cata 2016: Color rojo rubí intenso, brillantesin defectos. 1ª nariz de media intensidad con toques de fruto rojo, chuchería y cítricos. Al oxigenarse está también la guinda o el prado pre-pirenaico. Entrada dulce y con una ligera aguja. Desarrollo fresco, con una buena carga de fruta salvaje matizada por esa leve aguja que lo hace aún más refrescante y equilibrado 12'5 % vol. Final redondo marcado por la fruta escarchada o en licor en el retro-gusto.

Nota de Cata 2015: Una añada que gustó particularmente al enólogo: Jesús Astraín. Alquezar tiene una entrada en boca con una buena carga de aguja que se nota más a cuanto más fresquito se sirva. En seguida es seguida por el dulzor que aporta la fruta, en este caso la blanca de hueso y la fresa. Desarrollo igualmente afrutado con una acidez controlado y un final donde vuelve la fresa. También 12'5 % de alcohol.

Nota de Cata 2013: Tras abrir a rosca la botella, vertemos este rosado casi transparente pero con intensos reflejos rubíes. Al llevarlo al apéndice nasal brota la frambuesa y algo de cítrico. En boca la entrada es afrutada (12'5% vol) donde predomina fruta blanca de hueso, para desarrollarse con menor intensidad pero con dulzor, en tanto que ese chispeo propio de la aguja se manifiesta. El recorrido es corto, que culmina este vino ligero y fácil de beber.

Es un vino hecho con Tempranillo y Cabernet Sauvignon va a sorprender a las/os aficionadas/os del rosado, que, con un agape entre amigas/os van a caer botellas y más botellas (4'5 € cada una). Ahora me viene una ensalada de marisco y vinagreta de yoghourt para maridar bien fresquito y postureo, mucho postureo.


1 comentario:

  1. Hola Sergio!

    Por favor pasanos un correo dónde podamos escribirnos en privado. Puedes escribirnos a rumbovino@gmail.com o roadwines@gmail.com

    Abrazo y salutes!

    ResponderEliminar