Nota de Cata 2015: Dí con esta añada en un local de postureo del centro de Zaragoza, nada que ver con las tranquilas praderas de la redolada barbastrense. En nariz noto cítricos, pradera o el pomelo. Boca dulce, potente (13'5 % vol.) y afrutada que aúna fruta cítrica con blanca de hueso. Desarrollo fresco así como elegante. Final con mucha fruta para no poner ninguna pega.
Nota de Cata 2013 : Color
amarillo dorado y cristalino. En nariz notas frutales del tipo
plátano y piña acompañadas de un eco floral, sin olvidar recuerdos
herbáceos, cítiricos o los típicos ahumados de la variedad
Chardonnay. Buena intensidad. En boca entra de manera amplia y dulce
(13'5% vol.), desarrollo de buen volumen cargado de fruta con un
aterciopelado final donde regresa la fruta tropical.
Altamente
recomendable a mi juicio y más gracias a sus 5 euros +- . Más razón para probarlo cuando responden estos vinos a un proyecto de pequeña empresa familiar del entorno rural. Un vino muy gastronómico para acompañar tapas, ensaladas ilustradas, un montao de foie con pétalo de violeta o una copa en cualquier día de verano. Servir de 8º a 1oº C, eh.
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