Santo,
seña y obra maestra de Bodegas Aragonesas (Fuendejalón,
Zaragoza). Hasta el momento, lo más top de la Denominación de
Origen Campo de Borja que había publicado en este blog era el 'Tres Picos', pero yo creo que la referencia de hoy lo desbanca y va más allá.
Va más allá en cuanto a tiempo de estancia en madera (1o meses
en barricas de roble francés), va más allá en edad de
viñedo (alrededor de 4o años), va más allá en precio (el
cual destaparé luego para no desvirtuar la nota de cata), y en
definitiva...va más allá.
Nota de Cata: Hacemos despertar esta referencia, que al verter en copa
muestra media capa y lágrimas presentes, síntoma de calidad. En
nariz se abre un pinar donde el incienso de una Santa Iglesia
se funde con los aromas campestres si es que no nos transporta a una
procesión de Semana Santa zaragozana a su paso por el barrio del
Gancho. Alta intensidad y complejidad. Entrada todopoderosa en
boca donde comulgan la fruta negra confitada con el roble francés,
que enlaza con un desarrollo carnoso y voluminoso, como se espera de
un gran vino. Paso goloso, lleno de fruta guapa, auténtica Garnacha
borjana en esplendor. Retro-gusto donde vuelven esas sacrosantas
notas terciarias explicadas y un grado alcohólico de 14'5 % que
redondea el vino y confirma su bendito nivel.
Este
tinto pues, es un trocito de Semana Santa embotellada, un Vía
Crucis hacia el placer y el glamour, sino hacia la tentación. Su
precio, más que un Vía Crucis es un martirio, pues alcanza
los 21'4o euros, eso sí, merecen la pena porque es un tinto
top como ya he dicho y que ocupa un gran espacio sensorial. Si Moisés
guió al pueblo de Israel, este Fagus 2o13 guía el perfil de vino
ejemplar a la Denominación de Origen Campo de Borja. Amén.
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