Antonio Barbadillo blanco (IGP Cádiz): un vinillo de chirigota que alegra los bares gaditanos

Una de las marcas más guerrilleras del Grupo Empresarial Barbadillo es este blanco con el sobrenombre de Castillo de San Diego. Se trata de un 1oo % Palomino que me han servido en una freiduría de mi ciudad enfocado a la gastronomía gaditana de reciente inauguración donde predomina la gente joven a ambos lados de la barra.

Nota de Cata 2014: Color limpio y transparente con matices amarillo limón. Nariz de media-baja intensidad, pero donde se rescatan notas cítricas básicamente. Boca intensa y seca, con recuerdos minerales que enseguida deviene muy ligera. Persistencia bastante breve que desaparece enseguida, va de más a menos en resumen.


Un vino estrictamente gastronómico, que, como su origen indica va ir bien con todo tipo de frituras (pescaíto, puntillita, calamares de los mares...). Más allá de ahí queda un vino acorde a su precio, que no llega a los 4 euros y por lo tanto sin alcanzar un parámetro de calidad.

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