Una
de las marcas más guerrilleras del Grupo Empresarial Barbadillo
es este blanco con el sobrenombre de Castillo de San Diego. Se
trata de un 1oo % Palomino que me han servido en una freiduría de
mi ciudad enfocado a la gastronomía gaditana de reciente
inauguración donde predomina la gente joven a ambos lados de la
barra.
Nota de Cata : Color limpio y transparente con matices amarillo limón.
Nariz de media-baja intensidad, pero donde se rescatan notas cítricas
básicamente. Boca intensa y seca, con recuerdos minerales que
enseguida deviene muy ligera. Persistencia bastante breve que
desaparece enseguida, va de más a menos en resumen.
Un
vino estrictamente gastronómico, que, como su origen indica va ir
bien con todo tipo de frituras (pescaíto, puntillita, calamares de
los mares...). Más allá de ahí queda un vino acorde a su precio,
que no llega a los 4 euros y por lo tanto sin alcanzar un
parámetro de calidad.
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