La Taberna
Gasca es uno de los locales con más solera del barrio Delicias. La
C/ Barcelona nº 7 alberga una oferta de tapas y vinos que nada
tiene que ver con lo que se hace en el resto de bares del
distrito, y de ahí su fama. No confundir con el bar La Gasca (en
Plaza Salamero), otra mitiquérrima tasca que aunque se sitúa en
pleno centro de Zaragoza es todo lo contrario a la primera, pues en
bar La Gasca incluso Torrente se plantearía si entrar.
Nota de Cata: En vista capa media y ribete a medio camino entre juventud
y vejez. Nariz balsámica, notas de eucalipto, cuero, fruta negra
cocida...muy Rioja. Boca amplia, fresca, mineral y afrutada (mora,
ciruela pasa...). Una buena acidez sobre ecos especiados. Retronasal
donde vuelven recuerdos terciarios como los de tabaco, que evidencian
sus 16 meses de permanencia en barricas de roble francés y
americano, y unos seis más en esta peculiar botella inspirada en las
del siglo XVIII.
Pues éste
es uno de los tintos probado en dicha taberna, salido de Bodega
Vivancos (Briones, Rioja Alta). A las afueras de Briones, los suelos
arcillo-ferrosos influídos por el Atlántico han procurado una
materia prima que una vez en bodega ha sido rematada por una
tecnología propia de las grandes familias del vino. En mi opinión
este Tempranillo, muy a la altura de su precio (8'9o
euros) abre la curiosidad de seguir probando lo relativo a esta
colección.
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