Bodegas
y Viñedos Martín Berdugo, entre otras cosas, me sorprendió por su
particular apuesta por la cultura, en este caso en clave de poesía
y artes gráficas. Por un lado, su concurso de micro-relatos, que
arrancó allá por el 2013 y permite al texto ganador perpetuarse en
la contra-etiqueta de una de las botellas. Por el otro, los
micro-cómics van a aparecer también en la contra-etiqueta de las
gamas jóvenes, tanto tinto como blanco y rosado.
Precisamente
el comic ganador en la añada 2015 habla de lo que importa de
verdad: los buenos momentos, uno de los pilares de la filosofía
de Bodegas y Viñedos Martín Berdugo. El autor de dicho cómic,
Julio Montesinos Barrio pone en relieve en sus viñetas la
importancia de los pequeños momentos sobre la apariencia y los
valores postizos. Y además viste la contraetiqueta de este blanco
Verdejo.
Nota de Cata 2015: Color amarillo pajizo. Nariz profunda con
protagonismo para el limón, la lima, después heno y finalmente,
fruta blanca de hueso pero en menor medida. Una entrada fresca y
con volumen, que se desarrolla cual pulso entre cítricos y fruta
blanca de hueso. Un frescor en su sitio y final donde regresan
recuerdos a pradera junto a notas minerales.
Nota de Cata 2014: Color amarillo limón con reflejos dorados y densas
lágrimas cuando oxigenamos. Nariz tímida donde hay sitio para notas
florales o hinojo. Boca ligera y afrutada en principio que evoluciona
hacia el lado varietal como pradera. Frescor controlado y presente.
En su final, nervio y calidez (13 % vol. de alcohol) con agradables ecos
amargosos que evocan mineralidad en todos los rincones de la
cavidad bucal.
Y
es que lo que importa de verdad son los momentos auténticos, los
compartidos. En definitiva, un Verdejo para compartir, para
aderezar una velada entre amigos/as o con familiares, conversando
hasta que se hace tarde. Su relación calidad-precio de 8'09 euros la
hace adecuada para todos esos momentos porque aporta el soplo de
frescor que en ocasiones necesitamos.
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