Llego,
abro la puerta y me dirijo a la barra. Milésimas de segundo para
escoger cuál de los 5 tintos eligo: el Motosierra, el del caballo,
un cariñena, el Beronia Crianza 2013 y éste Garnacha – Syrah
con botella tipo Borgoña. La camarera, joven pero con madurez en sus
maneras desecha lo poco que quedaba en la botella de muestra y
descorcha una nueva que tenía detrás haciendo mover su rubia
cabellera.
Nota de Cata: Capa alta y disco granate totalmente joven. Al remover
en copa se adhieren a sus paredes pequeñas burbujas entre lágrima y
lágrima. En nariz un poco cerrado a priori. Y después no demasiado
intensa en base a fruta de baya roja y alguna flor. Boca llena de
viveza y juventud, buena acidez que evoca frutos rojos jovenes
que se perpetúan hasta el final donde converge con calidez .
Pago
1'8o euros la copa, realmente la botella cuesta alrededor de 7
euros y sale de bodega Pagos del Moncayo (entre Vera de Moncayo y
la nacional-122). Mi veredicto es que mejor en boca que en nariz, y
que la fruta joven es siempre protagonista. En resumen, ¿la
verdadera fusión? Los ojos de la camarera con su sonrisa.
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