El
renaciomiento del Verdejo de
Rueda debería basarse en mi opinión, primero en una reconversión
ecológica de todas sus bodegas integrantes (no ocurrirá). Y
segundo, dar el liderazgo de esa revolución a las bodegas modélicas
que a mi juicio son dos: Menade (Rueda) y Belondrade & Lurton (La
Seca). Que las fábricas de vino de propietarios amiguetes de Carmen
Gutiérrez aprendan lo que significa la palabra calidad. A
continuación un Verdejo de calidad criado 3
meses sobre lías ¿tan difícil es?
Nota de Cata: En vista amarillo pajizo como los campos de cereal que rodean la aldea de Rueda (Valladolid). Reflejos verdosos que confirman su juventud y añada. En nariz una alta expresión de mano de fruta como manzana, pera, melocotón, flor blanca, clementina o mentolados. Entrada en boca con elegante redondez, desarrollo voluminoso, con una amplitud que se echaba de menos en otros blancos de Rueda. Gran complejidad de sensaciones frutales (albaricoque, pera, mandarina, naranja madura...) y una textura sedosa que lo hace muy fácil de catar. Final largo y especiado, limpio gracias a esa sensibilidad en el viñedo y en la vinificación
De largo el mejor Verdejo de Rueda que he probado este 2019. Yo creo que lo tiene prácticamente todo, todos los mimbres para poder ser presentado con orgullo al amante del vino de cualquier parte del mundo. Un precio que dada sus características es de justicia: casi 10 euros para esta selección de pagos en altitud que hacen más meritorio todo el trabajo en ecológico. A guardar (o no) de aquí a 2026 y servir a 12º C. Como maridaje un buen plato con laminas de berenjenas rebozadas con setas a la crema sobre salsa de tomate y queso Edam, una burrata con verduras asadas, cebolla caramelizada, salsa pesto y coulis de tomate o un “supercanelón” de foie vegano, setas y bechamel trufada.
Nota de Cata: En vista amarillo pajizo como los campos de cereal que rodean la aldea de Rueda (Valladolid). Reflejos verdosos que confirman su juventud y añada. En nariz una alta expresión de mano de fruta como manzana, pera, melocotón, flor blanca, clementina o mentolados. Entrada en boca con elegante redondez, desarrollo voluminoso, con una amplitud que se echaba de menos en otros blancos de Rueda. Gran complejidad de sensaciones frutales (albaricoque, pera, mandarina, naranja madura...) y una textura sedosa que lo hace muy fácil de catar. Final largo y especiado, limpio gracias a esa sensibilidad en el viñedo y en la vinificación
De largo el mejor Verdejo de Rueda que he probado este 2019. Yo creo que lo tiene prácticamente todo, todos los mimbres para poder ser presentado con orgullo al amante del vino de cualquier parte del mundo. Un precio que dada sus características es de justicia: casi 10 euros para esta selección de pagos en altitud que hacen más meritorio todo el trabajo en ecológico. A guardar (o no) de aquí a 2026 y servir a 12º C. Como maridaje un buen plato con laminas de berenjenas rebozadas con setas a la crema sobre salsa de tomate y queso Edam, una burrata con verduras asadas, cebolla caramelizada, salsa pesto y coulis de tomate o un “supercanelón” de foie vegano, setas y bechamel trufada.
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