Cream Tío Pepe Solera 1847 (DO Jerez-Xérès-Sherry): la crème de la crème de Palomino y PX

En el año 1847 España se encontraba bajo la monarquía de Isabel II y en plena Segunda Guerra Carlista, con hambre y cólera. En ultramar la cosa no iba mejor pues se rumiaba un intento de anexión de Cuba con USA. Por su parte Filipinas despegaba económicamente y por consiguiente preparaba la apertura de su primer banco: el Banco Español-Filipino. En 1847 además, tres años después de la primera solera del Tío Pepe, se creaba otra más para hacer disfrutar a los españoles del siglo XXI con un gran Jerez Oloroso dulce: el Cream.


Nota de Cata: Miramos la copa para ver un Palomino 75% - 25% PX de tonalidad café con reflejos oro viejo de gran densidad. En nariz una gran expresisvidad y complejidad como se esperaba: fruta negra confitada, café de nuevo, caramelo líquido, madera de la solera de 1844 o el oxidativo tan típico del Oloroso. También hay sitio para recuerdos de uva sultana. En boca entrada que pone en relieve los 18 % de alcohol, pero enseguida llega con el dulzor del PX. Un paso en boca denso, creamoso, de gran estructura y con una trama especiada que pone un picante con mucho arte. Y final largo, goloso y punzante a lo Oloroso, a lo Jerez.


Un vino de reina por un precio de súbdito (6'70 euros). Una alternativa para bien acabar la comida del domingo o para disfrutar en chupito con tu suegro o tu cuñao. Un vino que aúna potencia y dulzura, ideal para tu suegra o para tu abuela ¿Por qué no? Un vino de postre, para enlazar con el café, con los cubatas y con un puraco. Como maridaje hay que buscar las elaboraciones de tradición como por ejemplo los pestiños de Cádiz. Sin dejar la provincia ¿Qué tal unos alfajores de Medina Sidonia? ¿Y unas tartas a la gaditana? Tampoco nos olvidamos de los bocadillos de monja, las panizas y el flan de arroz con leche.

 

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