La altísima calidad de los caldos de la D.O. Calificada Rioja (alavesa) es incontestable y su posicionamiento entre las regiones vinícolas del mundo es clara. La denominación Rioja se extiende por tres sub-zonas de producción (Alta, Alavesa y baja) con 143 pueblos, 600 bodegas y unos 14.000 viticultores. Cada uno de los 7 valles formados por el aragonesísimo río Ebro y sus afluentes tiene su propio clima y suelo. Veamos el que tienen en Páganos a través de este Tempranillo – Graciano con paso por madera.
Nota de Cata: En vista una opacidad media-alta y un disco que confiesa aún juventud. Olfativamente predomina el frescor de una fruta del bosque joven que se hace acompañar de notas florales y lácticas. Discretos terciarios afortunadamente. En boca entrada redonda, desarrollo amable y media estructura siendo generosos. Hay un toque sutil de cuero (crianza de 12 meses) que no es tan salvaje como en su versión 'Reserva'. Aquí es protagonista la fruta negra jugosa (cereza picota, ciruela...) con una tensión que va de menos a más. Final con un tanino fundido y frutal todavía haciéndolo positivo.
Un crianza correcto y afortunadamente nada que ver con su hermano Gran Reserva (gran caballo pa' los amigos). Calidad y competitividad han sido claves para la continuidad en la línea de progreso para los vinos de la Rioja alavesa. James Sucking o Tim Atkin siguen enamorados de los vinos de Rioja (100 puntos para Remírez de Ganuza o 98 puntos para Torre Muga 2016). Ojalá pronto otro montoncillo de puntos para Solar de Ayala S.L. Como maridaje para este vino concretamente recomiendo la famosa Presa ibérica del gastro-bar Real Fortuna en Eltziego / Elciego.
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