¿Qué pensaría Ud si un día decide entrar en una carnicería a por trecientos gramos de jamón y se encuentra allí sólamente pescado y gambas? Pues algo así pasa en la denominación de Origen Cariñena, donde lo raro es encontrar la variedad Cariñena en favor de la Garnacha tinta. La cooperativa Covinca es una de las pocas bodegas de esta denominación donde su variedad homónima es respetada y trabajada sabiendo que va a ser etiquetada bajo efectivamente D.O. Cariñena. Por ese gran detalle brindamos con su Viñas Viejas 2020.
Nota de Cata: Esta Cariñena de 30 años que muestra capa profunda en copa, testigo de las más de dos semanas de maceración mosto-pieles. Lágrima densa cerca de la coloración. Media intensidad en tabique pero mostrando la pureza de la fruta de baya en su punto de madurez, en segundo plano tímidas notas de cacao y sotobosque. En boca una entrada amplia y amable, que enseguida enlaza con una buena tensión. Desarrollo intenso y de mucha fruta sobre fondo trufado, que eclipasa los 3 meses de francés y americano. Final donde vuelve la fruta y calidez con esos más de 14% vol que ya es normalísimo en tierras de Cariñena.
Ya se habló en este blog del extinto Terrai C (de Cariñena), que con el tiempo ha evolucionado en este 'OVC', es decir Old Vines Cariñena. Pero la buena relación calidad – precio persiste quedándose en apenas 4'50 euros. No nos hartamos de decirlo: hay que apostar por la variedad Cariñena en Aragón y máxime cuando tu denominación de origen se llama de la misma manera, eso es lo que queremos transmitir en el primer párrafo. Como maridaje ideal la carne de ternasco a la plancha o bien las famosas migas con foie y huevo poché del bar Palomeque de Zaragoza.
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