La
D.O. Alicante viene modernizándose y dejando atrás la
producción de vinos de granel por la que era famosa junto a las
denominaciones murcianas. Hoy día esta D.O. se divide en tres
subzonas: una a espaldas de la ciudad de Alicante (Vinalopó),
otra de interior (El Comtat) y otra que mira al mar
Mediterráneo (Marina Alta).
Esta bodega se llama Volver y proviene del Grupo Empresarial
Jorge Ordóñez, con dominios en Galicia, Aragón, Málaga,
Castilla-León, Castilla La Mancha o el Levante español ( en
éste caso en Sierra Salinas ). Hablamos pues de la sub-zona
de Vinalopó, caracterizada por el cultivo en terrazas con el
río Vinalopó como eje de este territorio de escasa pluviometría y
un carácter más continental. Ah, y un 8o% de la
producción dedicada a la variedad Monastrell, como este crianza.
Nota de Cata: lo primero que llama la atención es su colorazo, capa
alta que deja una lágrima coloreada a la par que densa. En nariz frutos negros,
las flores, y, al oxigenar el paso por barrica de roble americano ( 6 meses ). En boca impera el alcohol (casi 15% vol.),
que enseguida enlaza con un largo y astringente final. Denso pero desequilibrado, carnoso pero
agresivo. Un desarrollo en definitiva muy cálido pero soportable con
temperaturas de servicio inferiores a los 12º C.
Un
tinto que no da lugar a dudas respecto a su lugar de origen, un
origen consagrado a los vinos de licor, moscateles, mistelas y el tan
famoso fondillón. Por 5 euros que me ha costado hubiera preferido
precisamente adquirir un vino dulce tan típicos también en
Alicante. Una buena carne roja con sabores intensos puede complementar bien los taninos firmes y la estructura compleja de este tintorro. Los embutidos con sabores fuertes y aromáticos pueden balancear la potencia de este Vinalopò y crear una combinación saborosa.
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