Paseábame
yo por la sección de vinos de un conocido centro comercial alemán
cuando me crucé con este blanco de variedad 'Chenin Blanc', una
variedad fuera de lo común en relación al panorama vinícola
español. Este ejemplar pertenece a la colección que tiene la bodega
Vineris sobre vinos del mundo, así que no desperdicié la
oportunidad de hacerme con, entre otros, este blanco “sudafricano”.
Nota de Cata: Color amarillo pajizo con reflejos dorados, casi transpartente. En nariz una primera impresión de cítricos y fruta de hueso. Buena intensidad. A copa movida se abren aromas florales, de lima y melocotón. Ya en boca, entrada afrutada y suave, con un paso en boca también aterciopelado y una acidez que para nada incomoda. Final de corto recorrido con ecos cítricos.
Vino
que predispone la nariz para recibir una fuerte acidez en boca, pero
para nada, de hecho sorprende por su buen comportamiento en ésta. En
paladares exigentes este blanco resultará simple e incluso aburrido,
con poca complejidad. Para los trotamundos del vino sin embargo es
una manera de probar algo distinto.
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