Casa Ferreirinha nace en el siglo XVIII de mano de
Bernardo Ferreira en aquella época en la que Portugal no sólo
era una monarquía sino también un Imperio. Esta rica familia
provenía del norte de Portugal, de una aldea a orillas del Duero
llamada Godim (sub-zona vitícola Baixo Corgo). Bernardo en
honor a su nieta Antónia Ferreira bautiza su bodega como
Ferreirinha. Esta mujer impulsó la empresa duranta que sus fuerzas
se lo permitieron ¡y viuda!. Tras la muerte de 'la reina del Duero' en 1896 el negocio familiar pasa a sociedad de
acciones por razones tecnológicas. Casi un siglo después la bodega funciona bajo la
tutela del Grupo Sograpes. Si Usted visita Oporto y su vecina Vila-Nova de Gaia tal vez pueda visitar la bodega de envejecimiento Ferreira en la
Avenida Ramos Pinto nº 70 y conocer allí al enólogo.
Nota de Cata: Un blending Touriga Nacional - Touriga Franca - Tinta Barroca - Tinta Cão - Tinta Roriz - Espadeiro de color caoba con reflejos de oro viejo y destellos ladrilláceos. Muchísimas lágrimas, más que en el entierro de Antónia donde la despidieron 300.000 almas (no es coña). Finas tears pero glicéricas que no consiguen llegar al final de su copa dada su densidad. En nariz desván y buhardilla principalmente. Punzante complejidad en torno a la mermelada de albaricoques y ciruelas, caramelizados, fruta en licor, uva pasa, flor azul y terciarios (de 2 a 5 años de evejecimiento según la casta). En boca ataque dulce y explosivo. Desarrollo muyyyy denso con un majestuoso volumen. La calidez de los 19'5% vol. de alcohol convergen con un registro especiado que pone un picor canalla en la lengua. La riqueza en torno a los recuerdos de chocolate, avellana y cacao matizan los aromas de boca en el desarrollo para despedirse ardientemente de nuevo.
El enólogo Luís Sottomayor ha sido el encargado de definir la proporción y edad de cada vino mono-varietal para el blending final. Nacido en Moreira (el pueblo donde está el aeropuerto Francisco Carneiro de Oporto) y con experiencia en el winemaking desde 1989 Luís es hoy día enólogo-jefe todas las bodegas del Grupo Sograpes y padre de tres retoños. Un chupito de este Tawny a 15º C a la salud de cada hijo y 7 euros+- para pagar la botella. La que ven en la foto es una edición antigua igual a la que he tenido entre mis manos (nº de serie 155.984) y a su derecha la que actualmente adquirirían en tienda. Como maridaje busquen quesos potentes y con carácter, por ejemplo el de cabra ribatejano o un azúl de Valdeón para no perder el maravilloso espíritu noroeste ibérico.
Nota de Cata: Un blending Touriga Nacional - Touriga Franca - Tinta Barroca - Tinta Cão - Tinta Roriz - Espadeiro de color caoba con reflejos de oro viejo y destellos ladrilláceos. Muchísimas lágrimas, más que en el entierro de Antónia donde la despidieron 300.000 almas (no es coña). Finas tears pero glicéricas que no consiguen llegar al final de su copa dada su densidad. En nariz desván y buhardilla principalmente. Punzante complejidad en torno a la mermelada de albaricoques y ciruelas, caramelizados, fruta en licor, uva pasa, flor azul y terciarios (de 2 a 5 años de evejecimiento según la casta). En boca ataque dulce y explosivo. Desarrollo muyyyy denso con un majestuoso volumen. La calidez de los 19'5% vol. de alcohol convergen con un registro especiado que pone un picor canalla en la lengua. La riqueza en torno a los recuerdos de chocolate, avellana y cacao matizan los aromas de boca en el desarrollo para despedirse ardientemente de nuevo.
El enólogo Luís Sottomayor ha sido el encargado de definir la proporción y edad de cada vino mono-varietal para el blending final. Nacido en Moreira (el pueblo donde está el aeropuerto Francisco Carneiro de Oporto) y con experiencia en el winemaking desde 1989 Luís es hoy día enólogo-jefe todas las bodegas del Grupo Sograpes y padre de tres retoños. Un chupito de este Tawny a 15º C a la salud de cada hijo y 7 euros+- para pagar la botella. La que ven en la foto es una edición antigua igual a la que he tenido entre mis manos (nº de serie 155.984) y a su derecha la que actualmente adquirirían en tienda. Como maridaje busquen quesos potentes y con carácter, por ejemplo el de cabra ribatejano o un azúl de Valdeón para no perder el maravilloso espíritu noroeste ibérico.
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