100
% Viognier vendimiada manualmente en septiembre y en viñedo de 500
m. de altitud en Ayerbe. Destaca el 10% de maloláctica en barrica.
Vino que me recomendaron en uno de los pequeños comercios más
tradicionales de Huesca, para mí ya no es un hándicap la
pertenencia a Vinos de la Tierra.
Nota de cata: Color vivo amarillo limón , en nariz herbáceos y
flores al principio para desplegar tras airear una alta intensidad
protagonizada por los cítricos, rosas, melocotón o membrillo.
Gustativamente entrada afrutada y etílica, con recuerdos a miel, a
azahar, desarrollo dulce y equilibrado con la acidez pero que esconde
un leve amargor que procura cierta complejidad a este Viognier de
recorrido medio.
Un
serio competidor para los blancos aromáticos españoles como la
moscatel o los grandes verdejos. Variedad que me ha cautivado por su
redondez, sus flores y su seducción. Otra sorpresa de mano de una
calificación que nada tiene que envidiar a cualquier D.O.
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