A las afueras de Logroño, en el Polígono Cantabria,
encontramos bodegas Olarra, construídas en 1973 a las órdenes
de Juan Ridruejo. Se trata de una planta con forma de 'Y' junto a 111
pequeñas cúpulas que esconden el dormitorio de barricas. Hay fotos
por internet. Rodeando el conjunto ya están las primeras hectareas
de viñedo, tal vez podrían ser Tempranillo, Garnacha,
Mazuelo y Graciano, las que por cierto conforman el coupage de
este crianza.
Nota de Cata: Capa media-baja con un color a
medio camino entre juventud y vejez. Lágrimas numerosas. Nariz
intensa y señorial volcada a las notas balsámicos como por ejemplo
el eucalipto sin perder ni un atisbo de aromas a fruta negra cocida.
En una segunda nariz se suman ecos de flor azúl. Potente en boca,
con equilibrio entre fruta y madera (14 meses), con una viveza bien
instalada. Final con una estela de balsámicos, caja de puros quizás, que redondea todo el conjunto.
Muy buena relación calidad precio (pues sobrepasa por
muy poco los 5 euros) como
buena fue también la añada 2014 en La Rioja. En resumen:
interesante proposición para hacer despertar frente a un cuarto
de asado con patatas a lo pobre, un costillar con patatas
panadera, un conejo al chilindrón o una pierna de cordero con salsa
española. Su temperatura de servicio es muy importante: a 14º C es
lo ideal pues si sube digamos hasta 17º C también son idóneos. Por
encima de los 18º se realza la sensación etílica.
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