La
marca guerrillera del gigante viticola cariñenense 'GVV' se llama
Monasterio de las Viñas. Sus viñas se expanden en la llanura que
divide la A-23 y que Ud. Puede contemplar mientras conduce el coche.
Variedades muy productivas como Garnacha, Tempranillo y
Macabeo son las más comunes en estos lares. En este caso se alía la
aragonesa Garnacha con la riojana Tempranillo, sus altos rendimientos
hacen que podamos ver los 75 cl a 3'44
euros de PVP.
Nota de Cata: Lo miro y veo una capa media-alta y un disco
efectivamente joven una vez en la copa. En nariz predomina la fruta y
los lácticos, osea un recuerdo de yogur de arándanos de nuestro
súper de confianza. Entrada en boca seca; desarrollo sedoso,
afrutado y con un agradable picante. Final cálido (13'5
% de volumen en etanol) de tanino suave y un retro gusto de recuerdo
láctico como se intuía en el apartado olfactivo. Y sino
desmiéntamelo.
Otro
vino más para la colección Monasterio que en este blog recibe una
gran promoción sin comisión ninguna. Estaría Monasterio roble:
etílico y corto. Monasterio Crianza: sedoso y fresco. O el
Monasterio Gran Reserva: ligero y maderazo. En definitiva una gama
para cada día. Pruébela con una croquetas
cremosas de jamón ibérico y huevo duro; unas 1ooo-hojas
de sardina ahumada con tomate dulce y wacamole; o un
roast-beef con lascas de parmesano, rúcula,
y salsa de mostaza.
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