El Pequeño Verdot es originario de la margen izquierda bordelesa, siempre a la sombra de los dos Cabernets. Esta variedad de tipo complementaria se ha usado tradicionalmente en Francia para dar un toque especiado a los Pauillac, St-Estèphe, Margaux o Médoc. Ha sido fuera del país del vino donde el Petit Verdot ha podido ser valorado y trabajado en monocépage: Australia, Sudáfrica, Alta California, Argentina, Italia, Portugal o España han sabido asociar las insolaciones con su carácter tardío. En Porzuna (Ciudad Real) Pago del Vicario se ha atrevido a vinificarla en rosado.
Nota de Cata 2019: Una capa bastante macerada, desvelando una tonalidad que va entre el rosado y el tinto. Su ribete con matices cobrizos revela una evolución dado que se ha descorchado tres años después de su cosecha. En tabique hay un equilibrio entra las notas de fruta de baya y las lógicas de evolución. En segundo plano notamos la complejidad que trae recuerdos de sotobosque, hommos, carnicería manchega y caza mayor. En boca una entrada redonda y golosa. Desarrollo intenso que gana en estructura pero que adolece de frescor. Un registro de fruta roja como cereza, griotte o guida antes de un final de 15% vol que es cálido pero no dramático.
La familia Barco Fernández propone para este rosado un precio de 5'61 euros disponible en una famosa cadena comercial española. No dejen de visitar la comarca Montes de Toledo en la provincia de Ciudad Real y desde allí comenzar la ruta de las bodegas de Pago manchegas: empiece por Pago del Vicario y después continúe con Casa del Blanco > Pago Flo > Dehesa del Carrizal. Suba a la provincia de Toledo y hágase Dominio Valdepusa y Campo la Guardia. Unos pocos kilómetros al este puede visitar el Pago Calzadilla. Sólo le restarán en la provincia de Albacete el Pago Guijoso y la Finca de Élez. Buen viaje... y si bebe no conduzca.
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