Samaniego, en la Rioja alavesa, es una aldea de 309 habitantes a los pies de la Sierra Cantabria, que protege los viñedos de los vientos atlánticos creando un micro-clima particular. Aquí, Bodegas Baigorri y Bodegas Ostatu son los proyectos más conocidos; a su sombra también encontramos bodegas familiares que luchan por elegir tradición o modernidad. El crianza de Herederos Bello Berganzo S. C (familia Berganzo) propone un blend de Tempranillo, Graciano y Macabeo con envejecimiento en barricas.
Nota de Cata: Visualmente una capa de media intensidad, los antocianos del Tempranillo no están tan marcados gracias a ese porcentaje de Viura/Macabeo. El disco todavía en juventud tres años después de su cosecha. Un tabique de media intensidad que necesita tiempo para expresarse, de lo contrario evocará olores a cuero de moro principalmente. Decir que la botella nº 7341 mostraba, si se ponía atención, un atisbo de defecto TCA (en cristiano que tiene corcho). En boca hay media estructura pero ha faltado carnosidad y profundidad. Doce meses de francés y americano, dicen. Encontramos una fruta más joven que madura, correcta en términos de frescor pero que adolece de persistencia y de personalidad. 14'5 % vol eso sí testigos del cambio climático.
No sabemos si invitar al Viura ha perjudicado al Tempranillo más que ensalzarlo, lo que sí esta claro es que la Rioja Alavesa no es la Côte Rôtie donde con un poco de uva blanca junto al Syrah lo vuelve apoteósico. Este crianza no es apoteósico y nos encantará volver a probarlo siempre que se haya encorchado con corcho sano. Precio de 6'50 euros del que no vamos a hacer comentarios. Vamos al apartado de maridajes: para empezar el Atún a la plancha del bar Olano en Cenicero, especialistas en comida casera y te dan mesa aunque llegues tarde. Sino, para acompañar el menú del día del bar Piqueras en Logroño: atienden incluso a las 15:30.
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