La denominación de origen Rueda sigue evolucionando y creciendo. El bicho, la cóvid, ha mermado un 10% sus ventas previstas pero el titán vitícola vallisoletano resiste y presume de músculo siendo 2019 un año de récords de venta. Y ahora, para minimizar los estragos de la actual desaceleración económica la D.O. Rueda se reinventa y propone una nueva actividad enoturística con la que brindamos con este Sauvignon de 3 euros: cenas en medio del viñedo, al aire libre, así, como suena.
Nota
de cata: Color amarillo pajizo de manual donde destaca el brillo
y la limpieza, un proceso de filtrado muy logrado por los amigos de
Mayor de Castilla. En primera nariz muéstrase afrutado, es más,
combina recuerdos de fruta tropical y cítrica. Después se concretan
la lima, la salvia y los herbales frescos con discrección. Entrada
en boca de ligera redondez, que enlaza con un simpático amargor.
Aromas de boca todavía para los cítricos como naranja o lima y los
herbales. Acidez controlada. Final corto, no persiste de no ser por
ese amargoso que recuerda a lo blanco de la piel de la naranja.
Sólo el grupo empresarial Bodegas y Viñedos Mayor de Castilla S.L. podría colarse en los lineales de Juan Roig y firmar un contrato para surtir de blanco de Rueda a todos los M*******a de España. Como maridaje y en línea con este blanco sin pretensiones ¿ por qué no un producto salido de esta cadena de supermercados tan conocida ? Se me estaba ocurriendo la tortilla de patata Hacendado esa que venden hecha ya de color naranja. ¿Se la imaginan en bocadillo a modo pic-nic en medio de un viñedo de La Seca y con el fresquillo castellano acariciando el lomo? Así como para no beber vino...
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