El ruc catalán es un asno originario de la provincia de Gerona. Este animal está tristemente en peligro de extinción a pesar de sus cualidades físicas y cognitivas. Dos de los últimos jóvenes ejemplares son el Hugo y la Praliné, que viven actualmente en un pueblo de la comarca barcelonesa de Bergadá. En estos tiempos donde las buenas noticias cada vez son menos es de justicia celebrar la llegada al mundo de estos dos rucs brindando. El bonito homenaje desde Cornudella de Montsant en forma de 100% Garnacha para brindar corre por cortesía de Celler Rodanelles y de mi amiga la Eva Prim.
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Nota de Cata: En copa ya nos recibe la media opacidad de los monovarietales Garnacha. El disco está en línea de la hipotética añada 2017 pues muestra un comienzo de evolución sin problemas. Olfativamente falta un escalón más de potencia aromática pero afortunadamente sólo se rescata fruta. En boca entrada seca, desarrollo de media a ligera estructura pero con cierta densidad. La fruta es protagonista, unos frutos del bosque en su punto de madurez que podrían ser zarzamora o frambuesas en su arbusto. El frescor va de menos a más y los 13'5% de más a menos. Buen recorrido y pocas noticias de los supuestos 4 meses en francés.
Si se acercan a Cornudella de Montsant podrán adquirir esta referencia en el celler por un precio cercano a 5'85 euros. Un lugar para perderse la comarca del Priorat con aldeas como Cornudella o Falset y lugares paradisíacos como la Gorg de la Febró o el Parque Natural de la Sierra de Montsant. Celler Rodanelles elabora vinos para cada ocasión y la ocasión para descorchar este Cap de Ruc es una comida de camping en el mismísimo término de Cornudella, a los pies del embalse de Ciurana donde sumergirse tras ingerir la última gota (en familia) y apagar los 13'5 % de alcohol de esta Garnatxa negra que recomendamos desde aquí.
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