Miguel Santiago – Cabrito 2018 (DO Vinos de Madrid): el lado manso de la Garnacha Tinta

Si eres un currante con un sueldo medio de entre veinte mil y treinta mil euros, en Madrid capital se sobrevive, vas al día y no hay capacidad de ahorro. Con un sueldo normal o te privas de todo y alquilas en piso-zulo o vives al día. Sin embargo, todavía hay reductos a las afueras de Madrid para encontrar precios 'medio normales'. Cadalso de los Vidrios (Sierra Oeste) es un ejemplo de esa esperanza: a 70 km de Alcorcón y con una tranquilidad y cultura vitícola donde envejecer dignamente. Miguel Santiago lo sabe y nos invita a viajar hasta allí para probar sus vinos de montaña, como esta 1oo% Garnacha servida a 13º C en una ocasión especial.

Nota de Cata: Hemos descorchado a finales de 2023, ¿ok?. En vista una discreta opacidad y disco evolucionado. Esa discrección vuelve en el apartado aromático. Sólo ecos de fruta de baya, y es que al haberse dado una corta extracción en la fase de maceración-fermentación los componentes aromáticos se han quedado por el camino. En boca mejora algo. Una entrada seca sin duda. Desarrollo donde enseguida aparece el frescor, virtud principal en esta cuvée. Óptimo equilibrio entre la fruta roja y las sensaciones propias de doce meses bajo francés. Ligero y seco en resumen. Aromas de boca donde notas animales (no brett) eclipsan los primarios y los especiados, que ganan espacio al final antes de una tanino ya fundido y agotado, pero donde el grado alcohólico está muy bien integrado.

Miguel Santiago, con veinte hectáreas de viña de suelos arenosos y graníticos nos enseña el otro lado de la variedad Garnacha. En Aragón se conoce su lado más rústico y redondo, pero cruzamos el Moncayo y la Garnacha muta hacia perfiles más aéreos. ¿Mejor o peor? No es nuestra función juzgar eso. Pero sí informar que este vino de montaña, si le gustan los perfiles de tintos menos robustos, será suyo por unos 12 euros. Gastronómicamente hay que buscar las elaboraciones desenfadadas, entre amigos, con esos amigos a los que invitas a comer porque están mirando donde mudarse y quieren conocer la Sierra Oeste. Marchará bien con unas tapas, desde las simples de anchoa, atún, cebolla y guindillas, hasta las más elaboradas como una tartaleta de chipirones y escalivada. ¡ De Cadalso al cielo !