Aunque muchos no se lo crean hubo un momento en la historia en que Cataluña era cristiana. ¡Sí, cómo lo oyen ! No sólo una multitud de monasterios e Iglesias lo demuestra, sino la obra de muchos religiosos. Los más destacados fueron el dominico San Raimundo, Josep Apel·les, Eulàlia de Barcelona o Josep Oriol, que eran los influencers de su época. Ese legado cultural, religioso y social que nos dejaron bien merece un brindis con vino de Capmany (comarcas gironinas).
Una ruta muy espiritual
Para disfrutar de esta experiencia religiosa sobre el terreno diríjanse el primer día de su visita a la Iglesia de Santa Ágata de Capmany, que data del siglo XVIII y presenta una interesante arquitectura barroca. Después, pásese por la Ermita de Sant Sebastià en las afueras de Capmany, un lugar tranquilo que invita a la reflexión y la contemplación.
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| Iglesia de Santa Ágata de Capmany |
El segundo día de su ruta vaya a la Iglesia de Sant Quirze de Colera, del siglo XI. Admira su sencilla pero hermosa arquitectura y disfruta del ambiente sereno del lugar. Por la tarde, continúe su ruta hacia Rabós y visite la ermita dedicada a Sant Onofre, un lugar de peregrinación desde tiempos antiguos. Disfruta de las vistas panorámicas que ofrece la ubicación de la ermita.
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| Sant Sebastiá church |
El tercer día aproveche para explorar un poco más allá de los pueblos cercanos y visita el Santuario de la Mare de Déu del Mont situado en Port de la Selva en lo alto de una montaña, ofreciendo vistas espectaculares del paisaje circundante y del mar Mediterráneo. Por la tarde visite el Monasterio de Sant Pere de Rodes, un impresionante monasterio benedictino del siglo X, uno de los ejemplos más destacados del románico catalán. Explora sus claustros, iglesia y disfrute de la atmósfera espiritual del lugar con la ayuda de Dios. El cuarto día, visite la bodega Oliveda S.A, para catar toda la gama de vinos donde se incluye este Chardonnay, Macabeu y Muscat. Así nos ha sabido a nosotros descorchando en 2024.
La cuvée
Nota de Cata: Color amarillo pajizo de manual. Una primera nariz delicada, donde destaca la fruta blanca de pepita acompañada de un fondo de agradable salinidad. En boca una entrada equilibrada entre frescor y redondez. El desarrollo impone una aceptable tensión. Ligero siempre, con toques herbales moderados. Fresco, femenino y amable en boca (12'5% vol). Final ligeramente especiado muy bien escoltado por ecos cítricos como se espera en un blanco mediterráneo.
Valorado por Oliveda SA en 4'35 y muy fácil de encontrar en supermercados de la comunidad catalana. La gastronomía regional es la más idónea cuando hay que descorchar una blanquito de estas cualidades. Pruebe la famosa amenida catalana de Ca la Francisqueta, en la aldea de Llers, como maridaje casero. Otra opción, la fideua pero sólo como la hacen en restaurant El Centre, en Perelada village. Una mejillonada del Mare Nostrum servida en el Racó de Miquel, en Pont de Molins es el accord marinero que realzará este blanco de buena relación calidad precio.
Es un buen producto y el precio es correcto
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